
Varias aerolíneas han comenzado a utilizar tecnología de realidad virtual para sumergir a los “viajeros” en lugares exóticos como el Coliseo y el Panteón en Roma, Nueva York, Market Square en Helsinki y el Parque Nacional Fiordland en Nueva Zelanda, todo sin salir de sus respectivos países.
First Airlines es una de esas compañías que ofrece esta experiencia de viaje remoto, llegando incluso a autodenominarse la “primera instalación de aviación virtual” del mundo. Los “pasajeros” pueden comprar boletos para abordar uno de sus vuelos de realidad virtual, cada uno de los cuales está diseñado para replicar la experiencia de un vuelo comercial real. Desde que comenzó la pandemia COVID19, la compañía ha experimentado un aumento del 50% en la venta de boletos y ahora requiere reservaciones por adelantado.
Así es como funciona:
La experiencia comienza con el uso de su tarjeta de embarque oficial para ingresar al “avión”. Una vez que haya abordado el avión, los asistentes de la aerolínea ingresarán a la cabina y comenzarán a revisar los procedimientos de seguridad adecuados, tal como lo harían durante un vuelo real. Su “viaje” incluso incluye un servicio de comida y bebida de cuatro platos.
Para sumergirse mejor en la experiencia, cada ventana ha sido reemplazada por un monitor de alta definición que muestra imágenes de nubes que pasan. Durante su vuelo, puede usar un visor de realidad virtual y explorar varios destinos y culturas de todo el mundo, sin necesidad de pasaporte.
Estas experiencias de viaje simuladas pueden parecer un poco extrañas a primera vista, pero cuanto más lo piensas, más razonable suena. Honestamente, no es diferente a ir al cine o ver un partido de béisbol profesional. El costo de una tarjeta de embarque de realidad virtual le costará $ 62, lo que le ofrecerá una experiencia de vuelo de primera clase a la mitad del precio de un asiento real.